
Con todo ese dinero, los candidatos han viajado más que nunca, han contratado a más empleados y han comprado más espacios publicitarios que en cualquier otra elección.
Sin embargo, ha sido el demócrata Barack Obama, con su recaudación de 641 millones de dólares y con 3,2 millones de donantes, quien ha reescrito las normas de financiación de campañas.
Obama renunció a un sistema público de financiación y se convirtió en el primer candidato de un partido importante desde la era Watergate en aceptar sólo donaciones para financiar su campaña.
El republicano John McCain prefirió limitarse a aceptar el dinero del estado, pero el récord de recaudación de Obama ha demostrado que el sistema de fondos públicos para financiar una campaña ya quedó en el pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario