
Dado que el CDC ha validado los procedimientos de ese laboratorio para detectar el virus de la gripe A, las autoridades de Nueva York ya no tendrán que volver a mandar a ese organismo, con sede en Atlanta (Georgia), las muestras recogidas entre personas que se sospecha tienen la enfermedad.
De los 90 casos confirmados, 73 se han dado en la ciudad de Nueva York, dijo Paterson, quien comentó que hay otros 6 posibles afectados, también en la Gran Manzana, pero insistió en que los síntomas siempre son leves y recordó que cada año mueren unas 2.000 personas en este estado por causas relacionadas con la gripe estacional.
Las autoridades sanitarias han contabilizado más de un millar de casos con síntomas de la gripe A entre estudiantes, personal docente y familiares relacionados con la escuela de secundaria de St. Francis.
Ese centro educativo, el primero donde se detectaron contagios en Nueva York, reabrió este lunes sus puertas tras una semana de cierre.
Según los datos del CDC -que no incluyen la última actualización de Nueva York-, hay 286 casos confirmados de personas afectadas por el virus en 36 de los 50 estados del país.
Para evitar su propagación, y pese a la alarma social que causa, expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas coincidieron hoy en que llevar mascarilla es una medida "razonable", que en el caso de otras enfermedades ha sido útil.
"Tiene sentido, porque parece que es algo bueno para la salud pública, no implica excesivo gasto o esfuerzo, y en otras ocasiones ha ayudado", explicó en una vídeo conferencia el científico Clarence James Peters, especializado en el estudio de virus.
Es "una precaución razonable, porque nos aleja un poco más del virus", añadió.
Su colega Alan Barrett, del mismo centro universitario y especializado en el desarrollo de vacunas, consideró que cualquier medida que puedan tomar, como lavarse las manos o llevar mascarilla, puede ayudar.
"Como no sabemos realmente lo que va a funcionar en este caso, lo razonable es hacer lo que sí sabemos que ha funcionado en el pasado", comentó la investigadora de la gripe Joan Nichols, quien coincidió en que los enfermos sí deben portar la mascarilla.
"Tiene sentido, porque parece que es algo bueno para la salud pública, no implica excesivo gasto o esfuerzo, y en otras ocasiones ha ayudado", explicó en una vídeo conferencia el científico Clarence James Peters, especializado en el estudio de virus.
Es "una precaución razonable, porque nos aleja un poco más del virus", añadió.
Su colega Alan Barrett, del mismo centro universitario y especializado en el desarrollo de vacunas, consideró que cualquier medida que puedan tomar, como lavarse las manos o llevar mascarilla, puede ayudar.
"Como no sabemos realmente lo que va a funcionar en este caso, lo razonable es hacer lo que sí sabemos que ha funcionado en el pasado", comentó la investigadora de la gripe Joan Nichols, quien coincidió en que los enfermos sí deben portar la mascarilla.
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