lunes, 18 de mayo de 2009

Uruguay Pierne al mayor exponente de las letras con la muerte de Benedetti

Montevideo, 17 may (EFE).- Con la muerte de Mario Benedetti Uruguay pierde a la figura más internacional de su cultura y el escritor más prolífico y laureado del país, reconocido, además, por su compromiso social.
Benedetti murió hoy a los 88 años en su residencia de Montevideo.
"Sin duda hoy es un día muy triste para los uruguayos, pero tenemos que destacar la intensidad con que vivió Mario y la obra que nos deja", señaló la ministra de Educación y Cultura, María Simón.
"Fue sin duda un icono de la cultura uruguaya, muy nuestro, pero también muy internacional, con libros traducidos en muchos idiomas y leído en decenas de países", agregó.
Benedetti fue autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine.
El escritor uruguayo fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005), entre otros.
Además, cantantes como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Rosa León, Pedro Guerra y Nacha Guevara, entre otros, pusieron música a sus versos.
Su última obra publicada, el poemario "Testigo de uno mismo", fue presentada en agosto del año pasado.
En su última aparición pública, en diciembre de 2007, Benedetti fue condecorado con la Orden Francisco de Miranda por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en un acto que se celebró en la Universidad de la República, en Montevideo.
Ese día Benedetti, que ya presentaba un estado físico deteriorado, fue saludado con una ovación de varios minutos en una abarrotada sala de actos de la universidad.
Comprometido con las ideas de izquierda, Benedetti estuvo vinculado a la coalición Frente Amplio -actualmente ocupando por primera vez el Gobierno en Uruguay- desde su fundación, en 1971.
Tras el golpe de Estado de 1973, el escritor se debió exiliar en el exterior, primero en Argentina, luego en Perú, después en Cuba y en España.
Tras el retorno de la democracia, en 1984, y debido a sus problemas de asma, durante varios años alternó su residencia entre Montevideo y Madrid, escapando a los fríos, pero cuando en 2006 murió su "compañera de la vida", como llamaba a su esposa, Luz López Alegre, con la que se casó en 1946, pasó a residir de manera permanente en Uruguay.

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